-------------------------------------------------------------------------------- Cuaderno Virtual de CMC: febrero 2012

lunes, 6 de febrero de 2012

El Cáncer

El cáncer es la segunda causa de mortalidad en los países ricos, y en los países pobres la décima, a estos no les da tiempo a envejecer para morir de cáncer…
Esta enfermedad que aterra a los países ricos consiste en que algunas de nuestras células empiezan a dividirse sin control.
En una persona sana se dividen tantas células como células se mueren.
Generalmente una célula embrionaria se divide hasta que sufre una diferenciación celular, sin embargo las células cancerosas no se diferencian nunca permaneciendo siempre en estado embrionario, además sufren otras muchas alteraciones cromosómicas, y con lo cual la identificación celular es anómala, es así como los glóbulos blancos detectan estas células y las atacan, de manera que sin habernos percatado el cuerpo puede vencer al cáncer, debido a este método.
Existen dos tipos de tumores, Benigno y Maligno.
El tumor benigno, no representa un riesgo para nuestra salud, ya que las células que lo causan tienen una división lenta. El tumor benigno más común de la mama femenina es el fibroadenoma.

El tumor maligno en cambio presenta un riesgo para la salud alto, ya que crece rápidamente.

Originalmente la célula cancerosa puede estar dentro de un órgano, pero cuando este explota, debido a la enorme cantidad de células que existen en su interior, estas son liberadas al corriente sanguíneo, esparciéndose así por todo el cuerpo, provocando una así una cuenta atrás hacia la muerte, ya que estas células volverán a dividirse sin control explotando órganos de la forma explicada hasta ocasionar la muerte en poco tiempo es lo que llamamos como Metástasis.
Estadísticamente, una de cada tres personas tiende a padecer cáncer, pero el 80% son curables, gracias a una detección precoz.
En la actualidad se hacen pruebas masivas a la población de riesgo.
El cáncer de mama que se suele detectar mediante mamografías, generalmente en mujeres mayores de 40 años.
El cáncer de próstata, que se detecta mediante ecografías o tacto rectal, generalmente en hombres  mayores de 40 años.
Hay que observar las manchas en la piel ya que pueden ser un melanoma maligno, aunque muchas veces por mera intuición se pueden detectar ya que producen cambios bruscos en la salud, en conclusión tenemos y debemos de escuchar a nuestro cuerpo.


Muchas de estas mutaciones tienen un carácter congénito y se heredan de padres a hijos, y además el hecho de estar en contacto con sustancias cancerígenas tales como el tabaco, alcohol… pueden hacer que esta enfermedad emane más rápido de lo que realmente debería.

Generalmente una de cada 3 casos de cáncer esta relacionado con estas sustancias.
El alcohol es un potente cancerígeno en altas cantidades.

El amianto que era un material de construcción presente en la uralita, es también un cancerígeno.

Y las radiaciones ionizantes, ya que estas alteran la Materia orgánica. Todas las radiaciones son acumulativas, como por ejemplo los rayos UVA que provienen del sol, causan el melanoma maligno, o la radioactividad que provoca leucemia.

Aunque algunos tipos de cáncer pueden estar relacionados con virus, tales como el virus de la hepatitis B que provoca cáncer de hígado o el papiloma humano que puede producir cáncer de útero.
El papiloma humano es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), en el 90% de los casos este desaparece sin síntomas.
Solo el 10% de los casos desembocan en cáncer de útero. Este se detecta mediante una citología.
Suelen aparecer unas verrugas genitales, todo esto se puede evitar, vacunando a las chicas con la vacuna antes de que hayan mantenido relaciones sexuales, ya que de no ser así la vacuna no sería efectiva.
Aunque la detección precoz y la mejora de los tratamientos hayan bajado la mortalidad seguirán apareciendo muchos más casos de cáncer, debido al aumento de la población y al de la esperanza de vida, aún así la mortalidad en los países ricos está estancada.
La mortalidad ha descendió gracias a la mejora de los tratamientos, en la actualidad los tratamientos son personalizados, ya que estos cambian en relación al tipo de cáncer, fase en la que se encuentre y a la persona.
De entre todos los tratamientos, el mejor resulta ser el de la extirpación quirúrgica, mediante cirugía, pero para llevar a cabo esta técnica es necesario que se detecte precozmente.
A lo largo de los años se han ido perfeccionando las técnicas para la obtención de imágenes que permitan llevar a cabo una extirpación eficaz como por ejemplo la ecografía.

La radioterapia: Es la aplicación de radiaciones ionizantes, utilizadas para destruir células cancerosas.
Gracias a las propiedades de los elementos radiactivos, que desprenden radiaciones ionizantes, y que poseen la propiedad de alterar la materia orgánica.
Dichas propiedades fueron descubiertas por Marie y Pierre Curie que descubrieron el radio, y de hecho ambos murieron de cáncer.
Actualmente se utiliza el cesio y el cobalto que son menos radiactivos, esto es mejor para la salud, pero algunos tumores están demasiado profundos y las radiaciones no llegan.
A lo largo del tiempo se ha ido pulimentando esta técnica, introduciendo estas sustancias en aceleradores lineales, que reducen la acción en abanico y lo potencian en forma de rayo, siendo esto mucho mejor, ya que estos rayos penetran mucho mejor sin dañar los tejidos circundantes.

Quimioterapia: Es la aplicación de sustancias químicas contra células cancerosas, estas sustancias son inhibidoras de la división celular, teniendo un alto índice de efectos secundarios.
Afecta a los tejidos con altas divisiones como la piel, las mucosas, la medula roja de los huesos, o el pelo.

Interferón: Sustancia producida naturalmente por el sistema inmunitario ante ciertas enfermedades.

Tiene la propiedad de estimular al sistema inmunitario e inhibir la división celular.
Esta sustancia es fabricada por bacterias previamente manipuladas mediante biotecnología, a las que se le ha introducido el ADN del interferón humano.

Interleuquinas: Sustancia producida naturalmente por el sistema inmunitario que reduce y limita la Metástasis.

Formas de prevención:
Evitar factores de riesgos, tales como estar en contacto con sustancias cancerígenas, como el alcohol y el tabaco.
Estar en contacto con radiaciones ionizantes como los rayos UVA, o los rayos X.
Evitar las grasas no saludables y sustituirlas por aceite de oliva o la de pescados azules.
Enfermedades cardiovasculares.


En 1929 Werner Forssmann descubrió el cateterismo. Estando como estudiante en la universidad se metió un catéter por una vena del brazo hasta que llegó al corazón, y se hizo una radiografía para comprobarlo. Esto le costó la expulsión de la universidad. Pero 25 años más tarde le fue entregado el premio nobel por este hecho, había descubierto el cateterismo.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad, estas son producidas por el estilo de vida, tales como:

-Tabaco.
-Dieta desequilibrada.

-Estrés.

-Sedentarismo.

Las enfermedades cardiovasculares afectan a millones de personas en el mundo y esto nos explica porque es la primera causa de mortalidad.
Existen dos tipos de enfermedades cardiovasculares, unas afectan al corazón y otras a los vasos sanguíneos.
En las que afectan al corazón, pueden ser por un fallo en las válvulas, o en el músculo cardiaco.
Y las que afectan a los vasos, que van al corazón o al cerebro.
Las más graves son el infarto de miocardio y el accidente cerebro vascular (Ictus, Trombosis)

Las dos producen una falta de riego sanguíneo en los vasos que van al corazón o cerebro, por un estrechamiento de los vasos por acumulación de colesterol, lo que produce la llamada “Arteriosclerosis”.
Provocando un Atasco…Trombo…Coagulo…Hemorragia…como se le quiera llamar.
Existen dos formas de tratamiento, a través de cirugía o farmacológico.

Gracias a la cirugía se cambian válvulas defectuosas, por válvulas de plástico, metálicas o de cerdo, a través del cateterismo.

Cuando existe un estrechamiento se introduce un balón hasta el estrechamiento y se infla es conocido este método como el nombre de angioplastia, esto le devuelve la anchura al vaso sanguíneo.
Pero es cuando los vasos están bloqueados, cuando se utiliza la técnica by-pass, que consiste en colocar una arteria del propio cuerpo a modo de puente.
Las enfermedades mentales

Está relacionada con los cambios de ánimos tales como tristeza, ansiedad, temor, o euforia, que afectan de forma continuada a una persona.
La OMS pone de manifiesto que aproximadamente 450 millones de personas sufren dichas enfermedades.
Estas, son enfermedades de diagnostico difícil, ya que es muy difícil cuantificar que es normal y que es patológico.

Causas:
Las enfermedades mentales se relacionan con la cantidad de neurotransmisores que poseen las personas.
Dichos neurotransmisores son sustancias químicas que transmiten la información entre las neuronas.
Las causas parecen ser, congénitas, embarazo y consumo de drogas.
Algunas de estas enfermedades son Esquizofrenia, Parkinson, Alzheimer…
Existen más de 400 enfermedades mentales.
Depresión: Tristeza continuada e invalidante.
Anorexia: Es un problema de imagen personal deformada, en la que se niegan a comer.


Vigorexia: Problema de imagen personal alterada en la que se ven inclencles.
Bulimia: También es un problema de imagen personal alterada en la que quieren estar más delgadas pero como tienen hambre comen hasta la saciedad y después se sienten mal y lo vomitan.

Neurosis obsesiva: El individuo que padece de TOC se vuelve atrapado en un esquema de pensamientos y conductas repetitivas que carecen de sentido y que son angustiantes, pero que son muy difíciles de vencer.
Estas son enfermedades malditas y se utilizan para su tratamiento psicofármacos como antidepresivos, antisicoticos, ansiolíticos, somníferos…

Y la sicoterapia que consiste en entrevistarse con un psiquiatra, que localiza las causas y ayuda a enfrentarlas.

jueves, 2 de febrero de 2012

La urbe no le sienta bien al cerebro

Vivir en una ciudad no es malo pero favorece la enfermedad mental - Los investigadores buscan el porqué y llaman a los urbanistas a no olvidarlo

MÓNICA GONZÁLEZ SALOMONE 14 AGO 2011

Que vivir en la ciudad aumenta significativamente el riesgo de padecer depresión, ansiedad y sobre todo esquizofrenia se sabe hace décadas, y el vínculo es tan claro que los expertos aceptan que debe de haber una relación causal: en la vida urbana hay algo que no le sienta bien al cerebro humano. La cuestión es encontrar qué. Los culpables se buscan hace años: estrés, falta de apoyo social, mayor consumo de drogas... incluso un virus. Aún no hay una respuesta. La última pista llega de la neurociencia: un grupo de investigadores ha descubierto que el cerebro de quienes han crecido entre edificios reacciona de forma distinta al estrés social.

Las estadísticas apuntan al hábitat urbano, así sin más, como uno de los principales factores de riesgo para la esquizofrenia. Y el fenómeno debería ser tenido en cuenta -opinan los expertos- de cara a la planificación urbana de las megaciudades. Hoy en día las 500 ciudades de entre uno y 10 millones de habitantes que hay en el planeta albergan a más de la mitad de la población mundial, unos 3.300 millones de personas, y Naciones Unidas estima que hacia 2050 el porcentaje llegará al 70%.
Los culpables se buscan hace años: estrés, drogas, incluso un virus
Hace 70 años que se sabe que los urbanitas sufren más esquizofrenia
La mejor salud urbana se ha ganado a base de mejoras sanitarias
"Conviene no dejarse llevar por el ritmo frenético", dice un psiquiatra

más información

  • "La falta de recursos gnera violencia"

Las primeras evidencias de que los habitantes de las ciudades sufren más esquizofrenia datan de los años cuarenta. Desde entonces no han dejado de explorarse hipótesis, peinando las estadísticas en busca de asociaciones que ayuden a enfocar el problema. Pero sigue faltando "el elemento clave para pasar de una mera asociación a un vínculo causal: el de un mecanismo plausible que describa las vías entre la exposición y la aparición de los síntomas psicóticos", dice Jim Van Os, del departamento de Psiquiatría y Neuropsicología de la Universidad de Maastricht (Holanda) y uno de los principales estudiosos en el área.
Se sabe ya que los sospechosos a los que apuntaría la intuición, aunque tal vez tengan un papel, no son los únicos culpables. Factores como pertenecer a una minoría, contar con una mayor o menor red social, el acceso a los servicios médicos y sociales o un mayor consumo de drogas han sido restados de la variable vida urbana, y el resultado es que vivir en la ciudad sigue sobresaliendo como factor de riesgo. Tampoco influyen cuestiones como malas condiciones prenatales o un parto complicado, ni la posición socioeconómica. Y la idea de que el culpable sea un virus es poco probable: los hogares con muchos miembros -en los que un hipotético contagio sería más probable- no son "un factor de riesgo para la esquizofrenia", dice Van Os.
¿Y si el culpable fuera el estrés? Se admite que los sucesos estresantes son un desencadenante de los trastornos de tipo psicótico, como la esquizofrenia. Y ese ha sido el punto de partida para los primeros neurocientíficos en abordar el misterio de las ciudades y la salud mental.
Andreas Meyer-Lindenberg, del Instituto Central de Salud Mental de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, se propuso escanear el cerebro de voluntarios procedentes de entornos rurales y urbanos en situaciones de estrés social. Diseñó un curioso experimento: mientras 32 estudiantes resolvían problemas aritméticos complejos, los experimentadores los estresaban con comentarios negativos y actitudes reprobatorias. "Les decíamos que sus resultados estaban siendo inferiores a la media, y les sugeríamos con impaciencia que se dieran un poco más de prisa...", ha contado Meyer-Lindenberg en Nature.
De entre las áreas cerebrales que se activaban durante la prueba, dos variaban en función de la procedencia urbana o rural de los voluntarios. La amígdala, un área clave en el procesado de las emociones, se activó exclusivamente en quienes vivían en ciudades en el momento de la prueba. El córtex cingulado -la región PACC-, que contribuye a regular la amígdala y a procesar emociones negativas, se activó más intensamente en quienes crecieron en ciudades. Los investigadores detectaron variaciones incluso según el tiempo transcurrido en la ciudad durante la infancia, y según el tamaño de la ciudad en cuestión.
La asociación aparecía tan clara que Meyer-Lindenberg desconfió y repitió el experimento con más voluntarios, teniendo en cuenta factores como -entre otros- edad, nivel educativo, ingresos, situación familiar, estado de salud, personalidad y estado de ánimo. Pero "ninguno de ellos alteraba el efecto de la urbanicidad, lo que sugiere que vivir en un ambiente urbano cambia la respuesta del cerebro en situaciones de estrés social, por un mecanismo claro aunque misterioso", escriben en un comentario en la misma revista Daniel P. Kennedy y Ralph Adolphs, del Instituto Tecnológico de California.
"Mucha gente especulaba con que el problema tenía que ver con entornos sociales, pero no había ninguna evidencia directa", ha comentado Meyer-Lindenberg a Nature. "Este es el primer mecanismo que relaciona las ciudades con la salud mental por vía del estrés".
Para Van Os se trata de "un interesante primer paso". Kristina Sundquist, de la Universidad de Lund, también dice que "los hallazgos son importantes", aunque no definitivos. Sundquist publicó en 2004 los resultados de un seguimiento a todos los suecos de entre 25 y 64 años tras su primer ingreso hospitalario por psicosis o depresión. "La incidencia aumenta con el grado de urbanización", escribe en The British Journal of Psichiatry; los habitantes de las áreas más densamente pobladas "tenían un riesgo entre un 68% y un 77% mayor de desarrollar psicosis, y entre un 12% y un 20% mayor de desarrollar depresión".
Ningún investigador defiende, no obstante, que sea malo vivir en las ciudades. En realidad es al contrario. Históricamente "la urbanización va asociada a un descenso en la mortalidad", y a que la mayor carga de enfermedad se deba a las dolencias crónicas de los mayores en vez de a las infantiles, escribía en Science en 2008 el epidemiólogo de la OMS Chistopher Dye. "Los habitantes de las ciudades, de media, disfrutan de mejores condiciones de salud que los de áreas rurales", dice Dye, y esto es así incluso considerando las grandes diferencias entre las ciudades de países ricos y pobres, y también dentro de la misma ciudad -las cifras son distintas en una ciudad de América Latina y una europea, pero también en los suburbios y el centro de Río de Janeiro, por ejemplo-.
Sin embargo, no siempre fue así. La mejor salud urbana es un triunfo ganado a pulso a base de mejoras higiénicas y sanitarias a mediados del siglo XIX, entre ellas la instalación de alcantarillado y el transporte de agua potable a los hogares. Y lo que temen Dye y otros expertos es que si el crecimiento urbano actual no se planifica, las futuras megaciudades podrían recordar al Londres o París de hace apenas siglo y medio.
"En la Europa del 1800 solo entre el 10% y el 15% de la población vivía en las ciudades, en parte por las atroces condiciones de vida", escribe Dye. "El cólera, la disentería, la viruela, la tuberculosis, el tifus y otras infecciones, agravadas por la desnutrición, hacían que las muertes, especialmente de los niños de menos de un año, superaran a los nacimientos".
Y la planificación del crecimiento urbano debería tener en cuenta también la salud mental, opina Sundquist: "Es importante que los expertos en urbanismo sepan más sobre los mecanismos específicos que actúan sobre la salud mental, y esto podemos proporcionarlo los investigadores". Ella coincide con Van Os en que hay que estudiar más el papel de factores como el soporte social y el grado de estrés cotidiano, y profundizar en las diferencias entre estilos de vida dentro de la propia ciudad. No es lo mismo, suponen, un entorno urbano con muchas zonas verdes que una zona industrial.
José Fariña Tojo, del departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid, admite la relación entre vida urbana y salud mental, y coincide en la necesidad de identificar el mecanismo subyacente: "Para planificar adecuadamente deberíamos saber cosas en este campo que todavía desconocemos". Director de un curso sobre Planificación Urbana Saludable de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Menorca en septiembre, y colaborador de la Red Española de Ciudades Saludables, Tojo cree que "los planificadores urbanos se han dormido un poco en los laureles" y no están considerando los nuevos retos: "Por supuesto se tiene en cuenta la contaminación del aire o el ruido. Pero también hay temas nuevos, como el estrés, el hecho de que se vaya a una sociedad de mayores, la necesidad del ejercicio físico o la de estar en un entorno con un cierto grado de naturaleza".
Ana Dolado, del estudio Araujo-Dolado Arquitectos, reflexiona sobre lo que considera un exceso de estímulos en el espacio urbano actual: "La ciudad es un soporte que cambia a una velocidad difícil de procesar. La gente reconoce el entorno pero no se identifica con él. El ritmo es tal que a los habitantes no les da tiempo a establecer vínculos con su espacio".
Conviene no dejarse llevar por ese ritmo frenético, dice Enrique Baca, jefe del servicio de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz. Y recuerda que, incluso en el entorno social urbano actual, "cada vez más exigente con el individuo" y que "cambia más rápido que nunca" -por ejemplo, con nuevas formas de comunicación instantánea y horarios laborales distintos a los tradicionales-, "hay elementos culturales protectores de la salud mental". Resume uno de ellos: "En vez de pasarte cuatro horas en Facebook, queda con un amigo a tomar una caña"

La urbe no le sienta bien al cerebro”. El País 14 de agosto del 2011.


1.-  ¿Cómo afecta a la salud el hecho de vivir en las ciudades?

Negativamente, ya que aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades mentales, tales como la esquizofrenia.

2.-Aporta algún dato estadístico de cómo afecta vivir en los barrios pobres de grandes ciudades a la salud.

3.- ¿Es bueno o malo para la salud vivir en las ciudades? ¿Desde siempre?

Malo, desde hace unos 70 años.

En las ciudades hay mejores condiciones de salud, desde que se implanto el agua potable y el alcantarillado, antes, no.

4.- ¿Qué grupos de riesgo se han eliminado de la vida urbana para relacionarla como factor de riesgo para sufrir enfermedades mentales?

Pertenecer a una minoría, tener más o menos apoyo social, o el acceso al servicio sanitario, o abuso de drogas.

5.- Desde la perspectiva de la salud mental ¿Cómo deben planificarse el crecimiento de las ciudades?

De forma que esté presentes los espacios verdes, y de forma que prevalezca el estilo de vida saludable. Y de manera que disminuya el estrés.

6.-  ¿Cuál es la relación entre la esquizofrenia y el hecho de vivir en la ciudad?

Hay una relación estadística pero no casual.

7.-  ¿Cómo se han medido las diferencias en la  respuesta al estrés entre personas que vivían en un entorno rural o urbano? ¿Cuáles fueron los resultados? ¿Qué conclusión se sacaba de este estudio?

Viendo la región del cortex cerebral que se activa al someter a estrés a diferentes tipos de personas. Los resultados fueron que las personas de la ciudad se le activaba más intensamente, por lo cual sacamos en conclusión que vivir en la ciudad cambia las respuestas del cerebro en situaciones de estrés social.

Las enfermedades que lo causan son:

Estrés.

Falta de apoyo social.

Virus.

Consumo de drogas.